Cómo hacer que la trama se desarrolle sola

Si has seguido el consejo que te dejaba por aquí y has plasmado en un papel, documento o donde quiera que te venga mejor todas esas escenas, fragmentos, escenas, oraciones, anotaciones y listas que definen tu idea y le dan forma, probablemente te encuentres con que tienes algo parecido a esto:




Estamos de acuerdo en que de esa maraña de letras y trozos de nuestra imaginación no se puede sacar gran cosa, al menos mientras siga en ese estado. Pero tengo una buena noticia. Hasta esos auriculares que se te enredan en el bolsillo a traición pueden volver a estar en orden, por muchos nudos que tengan. Y lo mismo pasa con tu idea. Lo único que hay que hacer es tener un poco de paciencia, ir tirando de hilos, volver atrás y adelante y pasar por encima y por debajo hasta que el hilo vuelva a ser recto y tenga sentido. Ahora viene lo importante. ¿Cómo conseguimos esto? Pues hablando con nuestra historia.

Sí, sí. Tú le has dado vida, ahora hay algo nuevo gracias a ti. Que te devuelva el favor. Interrógala, hazle a esa maraña de ideas toda clase de preguntas. Pregúntale qué le va a pasar a tu protagonista para que decida abandonar la vida que lleva y empezar su aventura. O cómo se siente. ¿Es un sentimiento lo que va a dar lugar a su cambio existencial?

Pregúntale qué es lo que va a pasar en ese viaje que tiene que emprender, con qué personajes se va a encontrar y de qué maneras va a enfrentarse a las dificultades y obstáculos que no le dejan ser feliz o cumplir con su objetivo. Te vas a dar cuenta de que a medida que vayas haciendo preguntas van a surgir más preguntas nuevas necesarias para poder responder a las anteriores. Te pongo un ejemplo de una cadena de preguntas como las que suelo utilizar para saber por dónde tengo que dirigir mi maraña de ideas:

Protagonista vive oprimido en un mundo totalitario. 

1. ¿Sabe que está oprimido? > Sí, se entera porque habla con alguien más sabio. (Y aquí es donde empiezan las preguntas derivadas de otras. ¿Cómo es ese personaje? ¿Qué relación tiene con el protagonista?) 

2. ¿Intenta hacer algo para cambiar su situación? > Sí. Trata iniciar una revolución. ¿Qué obstáculos hay? ¿Quiénes se lo impiden? ¿Quiénes le ayudan? ¿Son todos fe fiar?

3. ¿Lo consigue? ¿Muere alguien? ¿Cómo le cambian los hechos ocurridos?

En fin, espero que se entienda lo que quiero transmitir. La complejidad y extensión de las preguntas puede variar tanto como necesites, en base a los detalles que quieras proporcionarte en esa primera ronda de cuestiones que puedes repetir las veces que quieras hasta que tengas toda la información necesaria. Vas a ver que según vayas dando respuesta a esos interrogantes de manera coherente la historia se escribe prácticamente sola. Es la magia de la escritura, darle alas a lo que has creado y dejar que casi sea ella la que se dirija y te diga por dónde quiere ir. Tú solo tienes que saber guiarla con cabeza y ver cómo sigue creciendo.

Una vez empieces a vislumbrar el camino que quieres que tome tu historia, es hora de anotarlo, esta vez bien limpito y claro, y después empezar a narrar. Ahora tú decides cómo quieres escribir. Tal vez te ayude echarle un ojo a esta entrada si no tienes muy claro por dónde empezar.

Así que ya sabes, no tengas miedo de acribillar a preguntas a tu historia, porque sus respuestas van a ser las que eviten que tengas bloqueos a la hora de desarrollar la trama o te quedes en blanco.

¿Tú también hablas con tus historias? Te animo a que me cuentes en un comentario qué técnica empleas a la hora de afrontar el desarrollo del argumento.

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